Desempeño de la economía hondureña en el 2012
En el contexto mundial, el comportamiento de la actividad económica fue positivo pero menos dinámico que en años anteriores, se observó una expansión de 3.2%, resultado que se ubica por debajo del registrado durante el año 2011 (3.9%). Las condiciones financieras alrededor del mundo se estabilizaron, especialmente en Europa, prueba de ello fue la reducción de los diferenciales de las tasas de bonos soberanos en esa zona. Si bien es cierto en general las condiciones financieras mostraron mejoras importantes especialmente en el último trimestre del año, los indicadores de actividad productiva y comercio sugieren en términos generales que el crecimiento económico no se fortaleció.
Los flujos de capital se mantuvieron constantes hacia las economías emergentes, aprovechando el mayor dinamismo en su actividad económica, principalmente en Asia en desarrollo que creció en promedio un 6.6%. Respecto a la zona euro los pronósticos se cumplieron, la actividad registró una caída importante cerrando el 2012 con un -0.4%, resultado que explica parcialmente la desaceleración de la activad productiva de las economías avanzadas, que registraron en conjunto un crecimiento de 1.3%, menor al del año 2011 (1.6%). En China, durante el año 2012, se mantuvieron los esfuerzos para lograr las reformas estructurales intentando estimular el consumo privado; al igual que la mayoría de las economías emergentes, el principal reto fue rediseñar los espacios de política macroeconómico que permitan mantener un crecimiento alto y sostenido.
La región Centroamericana mostró un comportamiento positivo, sin embargo muestra un claro estancamiento, con un crecimiento económico alrededor de un 3.3% en los últimos 3 años; lo positivo respecto al desempeño de la región es que no se perciben grandes riesgos macroeconómicos en el mediano plazo; En el caso de Honduras, durante el año 2012 la economía mostro un crecimiento de 3.3 %, menor al registrado en el año anterior (3.7%), coherente con la situación regional.
Este estancamiento puede explicarse parcialmente por una reducción significativa del dinamismo en la formación bruta de capital fijo; es importante mencionar que este comportamiento fue determinado por la contracción de -21.6% que tuvo la inversión pública, y el estancamiento de la inversión privada que apenas aumentó 7.7%, resultado mucho menor al 21.3.% que se dio en el 2011; debido a lo anterior se redujo la construcción y el mantenimiento de vías de comunicación, así como otras inversiones en el sector de energía y sanidad. El consumo privado también mostro una desaceleración importante, así como el sector externo, las exportaciones e importaciones (FOB) de bienes tuvieron una expansión de apenas 1.7%. Las remesas mostraron un aumento de 3.4%, llegando a un monto de US$ 2,893.9 millones lo que representa un 15.8% del PIB. Respecto al déficit de la cuenta corriente, este representó el 9.5% del PIB (US$ -1,744.4 millones).
En el Sector Fiscal, las medidas de contención del gasto y de mejoras administrativas respecto a la tributación no han tenido los resultados esperados, mostrándose incumplimiento de las metas tributarias por más de L. 2,000 millones, esto sumado a una expansión del gasto público, específicamente corriente, ha generado un balance negativo en la Administración Central, pasando de un déficit de 4.6% del PIB en el 2011 a un 6.0% para el año 2012, lo que representa un monto de L 21,618.8 millones; éste déficit se financió a través de la emisión de títulos valores en un 30.3%, Préstamos Externos en un 41.2%, y el restante 30.7% por medio de acumulación de cuentas por pagar. Mientras que El Sector Público No Financiero, también mostró un déficit mayor al registrado durante el 2011, pasando de 2.6% del PIB a 3.8% en el año 2012, este desempeño negativo se debe en parte al deterioro de las finanzas de la Administración Central sumado a los problemas presupuestarios que han registrado las empresas públicas, en especial la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) la cual registró un balance operativo deficitario de L. 1,839.6 millones.
En el Sector Monetario, a pesar de que la economía está creciendo por debajo del su potencial, y no se registran presiones inflacionarias, el Banco Central de Honduras continua aumentando la tasa de política monetaria, pasando de 6.5% a 7%, mostrando que su objetivo principal es el control del tipo de cambio. Esto ha generado un aumento del costo de política monetaria, debido a las acciones de esterilización, al mismo tiempo que han condicionado la actividad económica a debilitarse aún más. Los niveles de liquidez (M3) se han mantenido en aumento, al cierre del año se registró un aumento de 7%. Es importante mencionar que el crédito se expandió de forma considerable en un 16.8% a diciembre, impulsado por el crecimiento de los préstamos en moneda extranjera, que aumentaron en 23.1%, a pesar de la depreciación de la moneda.
En cuanto la inflación, medida como la variación porcentual del IPC, en promedio fue de 5.2%, mientras que la inflación interanual a diciembre fue de 5.4%.
Perspectivas de la economía hondureña en el 2013
Posiblemente en el año 2013 la economía hondureña tendrá un desempeño modesto, con grandes posibilidades de entrar en una nueva crisis de mantenerse las políticas económicas imperantes; principalmente por la coyuntura de las elecciones generales que se realizaran en el mes de noviembre.
Según el Banco Central, la economía se expandirá entre 3-4%, mientras que el Fondo Monetario Internacional pronostica un 3.3%, mi pronóstico personal es de un 3.1%; aunque los tres resultados están muy cercanos, se esperaría que la economía se mantenga estancada por debajo del 3.5%, que es un desempeño menor al PIB potencial de Honduras que es alrededor del 4%.
Si se mantienen estas condiciones, la formación bruta de capital fijo tendrá un comportamiento débil, y muy probablemente el consumo privado se mantenga moderado.
Respecto al Sector externo, debido a los problemas que registró el rubro del café, debido a la roya, se esperaría que la balanza comercial aumente su brecha negativa, que si bien es cierto será compensada por la entrada de remesas, que posiblemente aumenten entre un 3-4%, el saldo de la cuenta corriente será muy similar al del año 2012, posiblemente cerrando con un déficit de 10 a 11% del PIB.
Se espera que en el sector público empeore la situación respecto a su balance, se podría esperar un déficit de la administración central mayor al 6.1% del PIB, debido a que se seguirán registrando problemas en la tributación y habrá una expansión considerable del gasto. Esto se traducirá en una deuda pública mayor que rondará alrededor del 40% del PIB, límite que se ha impuesto a la política de endeudamiento, pero que claramente está llegando a condiciones de inestabilidad.
En el Sector Público No Financiero se mantendrá un déficit mayor, posiblemente también arriba del 6% del PIB, debido al posible fracaso en la recuperación de las empresas públicas, principalmente HONDUTEL y ENEE.
La inflación posiblemente mantendrá un comportamiento moderado, siempre y cuando no existan presiones por precios externos, específicamente del petróleo, materias primas y alimentos. El BCH espera una inflación entre 5 y 7%, mientras que el FMI pronostica una inflación de 5.7%, mientras que mi pronóstico es de 5.5%. Esto muestra que no existen presiones inflacionarias; sin embargo esperaría que el BCH aumente la Tasas de política monetaria por arriba del 8%, siempre y cuando mantenga su propósito de intervenir el tipo de cambio, lo que tendrá efectos negativos en la economía interna, restringiendo aún más la actividad económica.
Mi mayor preocupación es que de seguir este esquema con un mayor déficit del sector fiscal, una política de tipo de cambio intervenido, una mayor brecha negativa en la cuenta corriente y pérdida acelerada de las reservas internacionales, se estaría conformando un escenario propicio para que surja una crisis de balanza de pagos; esta preocupación podría disminuir si se realizan los cambios necesarios de política económica, que es muy poco probable debido a que es un año político; de lo contrario el riesgo que suceda esta situación se incrementará exponencialmente en la medida que nos acerquemos al final del año, lo que podría encender las alarmas de los entes multilaterales, y en especial los inversionistas que han apostado por Honduras en los últimos años.
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